Es Nochebuena y tiene 12 invitados. La casa está fresca, el árbol suntuoso, la nevera llena. Ahórreles a los invitados sus historias de que no había naranjas en el supermercado y de que el suflé se desplomó… pero no deje de escuchar las suyas sobre cómo todavía tienen que envolver los regalos y preparar un pan de nuez porque tío Will ha decidido que es vegano. La música es fundamental para acompañar la charla, así que tenga preparada una playlist adecuada. Sáltese los villancicos predecibles y los melancólicos, y opte por algo de jazz. Las lámparas deben estar encendidas y las llamas titilando mientras el aroma de las Velas Myrrh & Tonka embriaga la casa. Recuerde: nunca se tienen demasiadas velas. Excepto en el cuarto de baño de abajo, por supuesto, donde solo debería haber una. Algo suntuoso y amaderado, como Roasted Chestnut que, junto con

Frosted Cherry & Clove y Pomegranate Noir forman el Gingerbread Land Home Candle Trio. Su hermoso recipiente de cristal a rayas se puede reutilizar cuando terminen las festividades. Llénelo con algodones de lana, bombones o calderilla: una manera sencilla de elevar su cotidianidad. Un Gel para Cuerpo y Manos Peony & Blush Suede al lado del lavabo conseguirá que una tarea tan mundana como lavarse las manos sea elegante y gloriosa. Los juegos se pueden animar añadiendo algún premio. No hay nada como una Vela Pine & Eucalyptus para impulsar la concentración y el compromiso de los invitados. Y esto lo consigue la festiva combinación de pino, eucalipto, canela y cardamomo. Es el aroma perfecto para la mañana de Navidad, que sin duda ayudará con la tarea de envolver regalos y preparar un pan de nueces.

Pasar las Navidades con amigos es una oportunidad de evitar las tradiciones familiares que siempre nos han parecido un poco extrañas. Por último, se puede cambiar el ponche de huevo de las 11 por champán con unas gotas de licor de grosella negra, y los típicos regalos del amigo invisible de plástico por artículos hechos en casa o perfumados… esta es nuestra sugerencia. No hay mesa de los niños ni octogenarios dormidos en el sofá. Como todos pasarán la mayor parte del tiempo en la mesa, tiene sentido centrar la atención ahí. Sea cual sea el estilo de las servilletas (blancas, de tartán, a rayas o festoneadas) combínelas con Cologne Orange Bitters. Es una sorpresa divina para los invitados cuando abren la servilleta o se limpian los restos de salsa de arándanos de la barbilla, un detalle del que seguirán hablando en Nochevieja. Para añadir elegancia al proceso, añada un Cracker de Navidad atado con un lazo encima de cada plato. Rellénelo con elegantes miniaturas aromáticas que son el acompañamiento perfecto para pasar el día con personas con las que no comparte ADN, pero por las que siente la misma adoración. Inevitablemente, habrá invitados que se quedarán a dormir pese a repetir varias veces que pedirán un taxi para irse a casa. Tal vez porque saben que están ante la clase de anfitriona que deja una Vela de Viaje Lime Basil & Mandarin en la mesilla de noche, con una pila de toallas mullidas sobre la cama.

Después de una semana de fiesta casi constante, nada apetece más que una agradable noche en el sofá. Para reposar y recomponerse. Para ponerse al día en los especiales navideños, preparar un plato lleno de restos y disfrutar de la soledad. Pero no se confunda: esa noche debe tratarla con la misma reverencia con la que trata las noches con 10 invitados. El ambiente debe ser perfecto: comienza con un árbol centelleante y termina con velas grandes y pequeñas. En los alféizares de las ventanas, en las mesas de café, en la repisa de la chimenea, donde un fuego prendido con grandes troncos crepita incesantemente. Y si no tiene chimenea, no se preocupe porque nuestra Vela Glowing Embers Townhouse es la mejor alternativa. Sumamente elegante en un recipiente de cerámica texturizado, llena las habitaciones con el reconfortante aroma de la madera y el humo. Aunque la cama le esté llamando, dese un baño primero. Con un chorrito de Aceite de Baño Peony & Blush Suede, es una oportunidad de relajarse y felicitarse a sí misma. Porque estas Navidades, la anfitriona perfecta ha sido usted.